La inteligencia artificial (IA) es un conjunto de tecnologías y técnicas que permiten a las computadoras y robots realizar tareas que antes solo podían realizar los seres humanos, como el reconocimiento de imágenes, el procesamiento del lenguaje natural y la toma de decisiones. La IA se basa -desde sus orígenes hace más de medio siglo- en algoritmos y modelos matemáticos que permiten a las máquinas aprender y mejorar su rendimiento con el tiempo, aunque a menudo dan resultados erróneos.
Aunque la IA tiene el potencial de revolucionar la forma en que trabajamos y vivimos, también plantea varios peligros y desafíos. Uno de los principales riesgos es el desplazamiento laboral, y hoy en día aparecen los mismos argumentos que eran frecuentes en los inicios de la Revolución Industrial. La automatización impulsada por la IA puede reemplazar trabajos que antes eran realizados por seres humanos, lo que podría resultar en un mayor desempleo y a profundizar la desigualdad económica. Además, la IA también puede tener un impacto negativo en la privacidad y la seguridad de los datos, así como en la toma de decisiones justas e imparciales.
En cuanto a la organización del trabajo, la IA puede tener un impacto significativo en la forma en que se estructuran las empresas y los trabajos. Las tareas repetitivas y rutinarias se pueden automatizar, lo que permite a los trabajadores enfocarse en tareas que requieren habilidades más avanzadas y creativas. Además, la IA puede mejorar la eficiencia y la productividad en muchas áreas, lo que puede tener un impacto positivo en el rendimiento de la empresa que abre la discusión de nuevos beneficios económicos y disminución del horario de trabajo para trabajadoras/es del área.
En el caso de las telecomunicaciones, la IA puede tener un impacto específico en la forma en que se gestionan y mantienen las redes de comunicaciones. Por ejemplo, la IA se puede utilizar para monitorear el tráfico de red y predecir y prevenir fallas antes de que ocurran. También se puede utilizar para optimizar el enrutamiento de tráfico, mejorar la seguridad de la red y la experiencia del usuario.
Sin embargo, también es importante considerar cómo la IA puede afectar a los trabajadores/as de las TIC´s. La automatización impulsada por la IA puede resultar en la eliminación de trabajos que antes eran realizados por humanos, lo que podría tener un impacto negativo en la economía y en los trabajadores individuales. Por lo tanto, es importante generar un plan de transición con la participación de los gremios, las empresas y el Estado Nacional que permita capacitar a través de instituciones propias (como el IDETEL en nuestro caso) a los trabajadores y trabajadoras en los nuevos roles como forma de mitigar los impactos negativos de la IA y apoyar a los que puedan verse afectados por la automatización.
Luis Zás
Secretario de Nuevas Tecnologías FOETRA