(011) 4860 - 5000/5001

La banda ancha -que es el acceso a internet en el hogar- tiene más penetración que otros servicios, como las cloacas o el gas de red.

En la Argentina, la economía digital ya representa el 19% del PBI. En un evento organizado por LA NACION, se presentó una radiografía minuciosa del país en la que se analizó el estado de la conectividad y los servicios en la actualidad, así como también su proyección a futuro.

El primer orador de la jornada fue Enrique Carrier, analista de la industria de las telecomunicaciones, que a partir de una serie de datos dio a conocer las fallas y victorias de los sistemas de comunicación.

Si bien empezó por clasificar la infraestructura de telecomunicaciones como “razonables” en el país, criticó que está desigualmente distribuida y dijo que en el caso de software y los servicios, se necesita que esta infraestructura esté desarrollada y presente en todos lados.

Detalló, entonces, que en la Argentina hay 39 millones de usuarios de internet que representan una penetración del 85% en la sociedad, mientras que la del uso del smartphone, por ahora, representa el 78%.

Al cambiar el eje de análisis y estudiar la incidencia de otros servicios en las casas, apuntó que “salvo en el caso del agua corriente, la banda ancha -que es el acceso a internet en el hogar- tiene más penetración que las cloacas o el gas de red, lo cual nos da una pauta de su masificación”.

Si se estudia desde un plano económico, el fundador del estudio profesional especializado en la industria de las telecomunicaciones señaló que “en los últimos 10 años la inversión total de la industria en infraestructura fue de US$20.000 millones”.

Entre los miles de datos que se pueden escanear, el profesional también resaltó cuatro indicadores que muestran la adopción de la tecnología entre los argentinos:

  • 59 millones de usuarios usan la telefonía móvil, es decir que tiene una penetración del 125%. En otras palabras, hay más líneas que personas en el país.
  • La banda ancha de internet, cuya penetración es del 75%
  • La televisión paga que tiene un nivel de adopción del 69%
  • La telefonía fija en último lugar, que perdió fuerza en los últimos años y llega al 49% de los hogares

En términos de facturación, la telefonía móvil en el mercado TIC es la más importante, con una participación de casi el 47% del negocio. “Lo más destacado es que tenemos tres grandes actores a nivel nacional que representan aproximadamente el 83% de los ingresos, que son Claro, Telecom y Telefónica, que ofrecen todos los servicios”, aclaró. Pero las grandes empresas no son las únicas que ofrecen estas prestaciones, sino que hay más de 1000 proveedores de acceso a internet en todo el país que son pymes y cooperativas operando en internet y a su vez existen 700 operadores de televisión paga.

El alcance de internet

Según Carrier, un sector que mantiene el crecimiento es el del acceso a internet, que en los últimos siete años subió 6,8% anual promedio a pesar de los difíciles momentos que atravesó el país. Señaló, entonces, que ese crecimiento llevó a que la Argentina se emparde con otros países de la región: “Al comparar la penetración de internet y de la fibra óptica contra otros países, vemos que en términos de conectividad estamos terceros casi empatados con Brasil, pero estamos bastante atrasados en la fibra óptica, ya que tenemos la penetración más baja en esto”.

En base a estos datos es que el analista destacó su incidencia en un país con 46 millones de personas, que es la octava extensión del mundo y es densamente poblado. Queda en evidencia entones que “hay un desafío de conectar a la población que puede estar muy dispersa y desigualmente distribuida”, estableció en su presentación.

Los aportes del futuro

Esta recopilación de datos sirve para conocer la posición del país en un contexto donde tan en boga está el avance tecnológico, y a partir de ellos trazar un plan para continuar su expansión a futuro.

“Hoy tenemos tecnologías satelitales que ofrecen capacidades similares a las de la banda ancha terrestre y actualmente hay tres satélites con estas características en la Argentina. A fin de año operará la red de satélites de Elon Musk, Starlink, y el año próximo entrará en funcionamiento un nuevo satélite privado que aportará más capacidad que toda la que tenemos actualmente instalada”, anunció el especialista. Las nuevas incorporaciones, según Carrier, serán relevantes no solo para beneficiar a la población, sino también para el 75% de las exportaciones del país que provienen de tres sectores radicados en áreas remotas: el agropecuario, el minero y el energético.

Hoy el mercado móvil tiene 59 millones de líneas activas y el 81% de los teléfonos tiene tecnología 4G. Sin embargo, el futuro a corto plazo dará un paso adelante y nos introducirá en el mundo del 5G. “Este nos va a aportar una mayor densidad y nos va a permitir conectar simultáneamente hasta 100 veces más dispositivos que los que se pueden conectar hoy, desde un semáforo hasta autos en movimiento. También habrá mayor ancho de banda de 10 a 100 veces más que la conectividad móvil actual, y nos dará conexiones similares a las de la fibra óptica, además de una menor latencia que es importante para usos remotos. El 5G no es una generación más en términos de comunicaciones móviles, sino que es un cambio radical en los usos y nos va a permitir desarrollar una infinidad de usos que hasta ahora no eran posibles”, comentó.

A continuación, cuestionó qué nos falta para tener 5G entre los cuales señaló:

  • Un mayor requerimiento del aire por el cual viajan los datos, más sitios donde se colocan las antenas y más conectividad de fibras.
  • Definiciones del gobierno técnicas en cuanto a características del espectro en el que se va a poder poner a disposición, así como establecer un cronograma de instalación para que las empresas puedan planificar sus despliegues y los mercados que abarcarán.
  • Se requerirán grandes inversiones para el desarrollo de una infraestructura, sobre todo en fibra óptica, para conectar las antenas que se van a sumar.

En ese contexto, señaló que la industria enfrentará una serie de desafíos, entre los que se destacan la mejora continua de la capacidad de las conexiones actuales, así como también la conectividad en áreas que tienen poca o nula conexión y el financiamiento de los despliegues y mejoras tecnológicas en un contexto macroeconómico muy complicado.

¿Qué hay que hacer?

Para el analista, el objetivo del Estado en este sector es generar las condiciones que faciliten estos despliegues y las inversiones que son muy cuantiosas. Para eso, debe resolver conflictos que se generaron a parir la fijación de precios que dispuso el DNU 690/2020, más allá de que las empresas hayan podido apelar medidas cautelares. Por su parte, el Estado también podría moderar la carga impositiva para los servicios TIC, de las cuales inciden del 28 al 34% en lo que paga el consumidor final.

En ese marco, Carrier cree que también se debería homogeneizar los requisitos de los que depende el despliegue de antenas a través del incentivo a los municipios, ya que en muchos casos se ve retrasado por la falta de unificación de normas municipales. A su vez, opina que se debería otorgar el permiso de que las empresas puedan compartir la infraestructura instalada, por ejemplo cables y antenas, para poder maximizar su uso.

Por último, analiza que se debe tener en cuenta el costo del espectro, que lejos de tener una finalidad recaudatoria debería incentivar su uso “porque lo importante no es lo que pueda recaudar el Estado en un momento, sino que tengamos una infraestructura eficiente y desplegada en todo el país”, dijo. Esto no quiere decir que el Gobierno se haga cargo de las inversiones, ya que para finalizar el profesional destacó que le sería imposible afrontar dicho gasto, teniendo en cuenta que “el Estado recauda el 1% de la facturación de todas las empresas y con esos fondos cubre baches, pero no puede tapar todos los agujeros que hay”.

Fuente: La Nación