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FOETRA, Sindicato de las Telecomunicaciones, participó del acto de homenaje a los 12 de la Santa Cruz para recordarlos a 45 años de su secuestro, tortura y desaparición, de hombres y mujeres, entre quienes se cuentan tres Madres fundadoras de Plaza de Mayo, que en plena dictadura cívico militar solían reunirse en la Iglesia de la Santa Cruz para reclamar por el paradero de sus seres queridos.

Bajo la consigna “Con la valentía de los militantes y la audacia de las Madres, ante los mismos poderes, la misma lucha” estuvieron referentes de organismos de derechos humanos, militantes del sector, familiares, compañeras y compañeros telefónicas/os nucleados en la labor de la Secretaría de Derechos Humanos de FOETRA quienes como es habitual participan activamente en el grupo de apoyo a Madres.

Antecedente

El 8 de diciembre de 1977 las Madres Esther Careaga y Mary Ponce, la monja Alice Domon, y los familiares y militantes Ángela Auad, Gabriel Horane, Raquel Bulit y Patricia Oviedo estaban reunidos en la Iglesia para organizar el pago de la publicación de una solicitada en reclamo del paradero de les detenidos desaparecidos en el diario La Nación. Se reunían periódicamente en uno de los salones de la Santa Cruz, encuentros a los que acudía desde hacía meses un joven rubio de ojos celeste -le decían “El Angel”- que, decía, tenía a una hermana que había sido secuestrada. Era, en realidad, el genocida Alfredo Astiz, quien el martes recibió la negativa para obtener salidas transitorias de la cárcel.

El mismo día fueron secuestrados Remo Berardo, Juan Fondevila y Horacio Ebert en otros puntos de la ciudad de Buenos Aires. Dos días después, el 10 de diciembre de 1977 secuestraron a Azucena Villaflor y a Leonie Duquet. El grupo fue mantenido cautivo en la ESMA y trasladado en vuelos de la muerte. Los cuerpos de las Madres fundadoras, de las religiosas y de Ángela Auad fueron hallados en tumba NN en cementerios de la Costa Atlántica e identificados.